martes, 18 de noviembre de 2014

Plus Plus

Los pasados 2 y 3 de Noviembre tuve la suerte de poder asistir (a través de King) a un curso de public speaking con Florian Mueck. Dos días muy intensos, dos días muy interesantes. Con dos carreras, dos Masters y algún que otro curso a mis espaldas, puedo decir que estos "sólo" dos días han sido el mejor curso que he tenido nunca hasta el momento.

Pero en este post mi intención no es hablar de lo gran motivador que es Florian y cómo consigue sacar lo mejor de tí y hacer que salgas de tu zona de confort. Ni cómo en dos días lo mucho que aprendí y cómo el segundo día era capaz de hacer cosas que 48 horas antes me parecía incapaz. O de cómo me hicieron esos días despertar dentro de mí algo que no sabía que tenía, que me gustaba esto del Public speaking. Si no que quiero hablar sobre una de las técnicas de motivación y aprendizaje que Florian usa para empujar a la gente a dar un paso adelante: ++

Cada vez que salíamos al "escenario" y hacíamos una presentación/charla, el grupo nos evaluaba. Florian escribía dos columnas, una con las cosas positivas que había hecho la persona y otra con las cosas que tenía que mejorar para dar un paso adelante (la columna ++). Algo tan simple, alto tan obvio, pero tan poco usado. En una sociedad donde predomina la crítica destructiva, las opiniones negativas, las opiniones que no llevan a nada y que no sirven para nada.

La crítica destructiva y/o negativa no sirve para nada. Si alguien dice lo mal que haces una cosa, lo más probable, es que la persona que recibe la crítica se lo pueda tomar como un ataque personal, le haga sentir mal y no seguir avanzando, ponga un muro y sea todo lo contrario a estar receptivo. Y, en el mejor de los casos, no serviría para nada porque es una crítica que no aporta nada a nadie.

La columna ++ no es más que una crítica constructiva. Se olvida de qué has hecho mal, de en qué te has equivocado, lo reenfoca y te dice qué tienes que hacer para mejorar algo. En el fondo puede parecer lo mismo, pero está enfocado desde un punto más positivo, de añadir, de ayudar, que no como algo negativo. Con la columna ++ se ayuda a la gente a mejorar y a progresar, por eso la gente es más receptiva a este tipo de críticas.

No es tan difícil aplicarlo, sólo hace falta un cambio de mentalidad y se puede aplicar tanto en el aspecto profesional, como en el personal. Y con ello, en vez de tener gente con miedo a probar y realizar cosas, lo que se consigue es gente que no sólo no tiene miedo, si no que tiene pautas para seguir mejorando.

Yo lo he vivido y experimentado, por eso tengo claro que a partir de ahora aplicaré mucho más a menudo la columna ++.
The last 2nd and 3rd of November I could attend (thanks to King) to a public speaking training with Florian Mueck. Two intensive but very interesting days. With two degrees, two Masters and several other courses behind me, I can say that these "only" two days have been the most interesting and exciting course I have ever had so far.

But, in this post, I had no intention to explain how good is Florian motivating people and getting out the best of you to get you out of your comfort zone. And neither how much I learned during those days and how the second day I was able to do things I couldn't imagine only 48 hours before. Or how I felt something starting to grow up inside me I didn't know, since I liked that thing called public speaking. What I want to talk is about the motivating and learning techniques Florian uses to push people to step forward and get out of the comfort zone: ++

Everytime we were on the stage and made a presentation/speech, the group evaluated us. Florian drew two columns on a board, one with all the good things the speecher did during the presentation and another one with all the things the person had to improve to step forward and keep improving the skills (the ++ column). So simple, so obvious but, at the same time, so few times used. In a society, like ours, where bad comments and destructive criticism, which are completely useless,  takes precedence over good and positive reviews.

Bad and negative criticism is totally useless. If someone points out how bad you are doing something, most likely, the person who receives the criticism may think is a personal attack, making that person feeling bad, and making her/him being anything but receptive. And, in the best of the cases, it wouldn't help at all because a bad criticism doesn't provide anything to the person who is receiving it.

The ++ column is a positive and good review. It doesn't take into account what you did wrong and it focuses on what you have to do to improve. In the end it can seem the same but it's more focused from the bright side, helping, adding, providing. With the ++ column you are helping people to progress and get better, that's why people are more receptive. And, apart from that, people improve and learn quite quicker.

But it's not that difficult to use, only a change of mindset is needed and it can be used either on the professional side and the personal. With that, people won't be afraid of trying and do new things. And not only that, people will have ways and paths to keep improving, learning and growing.

I've experienced it on my own, that's why I know that, from now on, I'll use much more often the ++ column.

martes, 11 de noviembre de 2014

¿Catalán? ¿Español? ¿Probablemente ninguna?

Hace unas semanas nos cruzábamos en la escalera con nuestro nuevo vecino de encima nuestro. Después de hablar unos minutos con él (y a pesar que se le notaba en su acento) le preguntamos de dónde era y su respuesta fue "soy originariamente británico". ¿Originariamente? ¿Qué quería decir con originariamente? ¿No era británico "a secas"? ¿Había nacido en Reino Unido pero no se sentía británico? ¿Había nacido en Reino Unido pero no había crecido en ese país? Esa respuesta y, principalmente, la palabra originariamente estuvo dando vueltas en mi cabeza intentando encontrarle un significado.

Un par de semanas después quedamos con unos amigos (británicos, por cierto) para tomar unas cervezas y a la quedada se sumaron unos amigos suyos americanos (que se estaban mudando a Poblenou) y que era la primera vez que veíamos. Después de estar hablando un rato con ellos, él me preguntó lo de "¿De dónde eres?" a lo que respondí, obviamente, de Barcelona. Pero mi sorpresa fue cuando me volvió a preguntar "Sí, vale, pero originariamente, ¿de dónde eres?" Originariamente ... Otra vez... Y ya le dí todo el significado a esa palabra. Entendían que originariamente una persona es del lugar donde nace, donde crece, donde se hace adulto... Pero, realmente, es del lugar en el que vive en ese momento... Algo que, realmente, yo siempre también he pensado y también he sentido...

Y todo esto me llevó a mi época de "holandés". Al principio de todo, cuando me preguntaban de dónde era respondía que venía de España (pensando que era lo que esperaban oir), hasta que vi que no les decía nada, decían OK y ya está, se acabó la conversación. Entonces aprendí que si respondía "de Barcelona", se les abrían los ojos como platos, querían saber más y te los habías ganado para siempre. Hasta que un día me encontré respondiendo a esa misma pregunta con la frase: "Soy de Haarlem". En el fondo yo sentía lo mismo, originariamente era de Barcelona, pero me sentía de Haarlem.

Vivía en Holanda, trabajaba en Holanda, pagaba mis impuestos en Holanda, consumía en Holanda,... Sólo la nacionalidad holandesa me separaba de ser, a todos los efectos, holandés. Y así lo sentía yo. Mi vida era holandesa, ¿porqué no lo iba a sentir así?

No siento ninguna bandera y no considero que ninguna bandera me represente. Soy de donde soy por haber nacido en la población donde nací, en la provincia de Barcelona y porque mi documentación, por el momento, así acredita. ¿Pero me siento catalán y español? Ahora sí, porque vivo aquí, trabajo aquí y pago mis impuestos aquí. Pero creo que, en el fondo, yo sólo me siento de dos lugares.

De Rubí, el lugar donde crecí, donde me hice adulto, donde pasé mis primeros 25 años de vida, donde empecé a trabajar, donde, todavía, tengo a toda mi familia.

Y del lugar donde esté viviendo en ese momento. Ahora mismo es Barcelona, pero hubo un tiempo que fue Haarlem y otro que fue Londres.

Por lo tanto, sí, cuando me hizo esa pregunta mi respuesta cambió, le contesté: "Originariamente soy de Rubí, a 25 km. de aquí, pero ahora soy de Barcelona"