jueves, 18 de agosto de 2016

Una vida sin tele


Creo que en toda mi vida (estoy a punto de cumplir 40 años) sólo me habré cruzado con un par de personas que no tenían TV en casa. No recuerdo cuándo fue, ni quiénes eran, ni dónde los conocí. Sólo recuerdo que no tenían televisor. Y que lo primero que pensé fue: "¿no tienen TV? ¿y cómo pueden vivir sin ella? Que gente más rara". Las dos primeras preguntas sí que se las pregunté. Lo último me lo guardé para mi :-)

Lo chocante que era, entonces, para mí. No concebía una vida sin dicho aparato.

Ahora soy yo. Ya hace mínimo un año que no la veo. Tengo TV en casa, el aparato, pero prácticamente no se enciende. Las pocas veces que se hace es para ver algo del ordenador en ella a través de ChromeCast. Algo que hasta no hace mucho me parecía curioso a mí, ahora soy yo quien está a ese "lado".

Antiguamente poníamos las noticias mientras comíamos, ahora mi mujer y yo hablamos. Mientras cenábamos, veíamos las noticias o algún programa que hubiese en ese momento, ahora vemos una serie en el ordenador. Y cuando acabábamos de cenar, otro rato de TV mientras llegaba la hora de dormir. Ahora leemos algún libro. Y no echo de menos la televisión.

¿Y cómo se puede vivir sin TV? Pues muy bien. He podido recuperar aficiones perdidas durante un tiempo, como leer libros. No echo de menos ninguno de los programas que no me aportaban nada, ni ver las noticias. Lo único que podría echar de menos, películas y series, ya tenemos otras fuentes de donde obtener dicho entretenimiento.

No me siento raro, ni especial, ni diferente. Tampoco me siento moralmente superior a nadie. Simplemente creo que he eliminado de mi vida una fuente de entretenimiento que me aportaba muy poco y, de forma inconsciente, la he ido apartando de mi vida. A pesar de haber sido un consumidor diario, nunca pensé que la TV me aportase mucho (más allá de las películas y series de las que he sido un gran seguidor). Unos programas de entretenimiento que, a mi parecer, la calidad cada vez dejaba más que desear. Unas noticias que se dividían entre sensacionalismo y manipulación, independientemente del canal.

¿Y cómo estás al día de lo que pasa? me preguntaron hace poco. Muy sencillo. Es difícil no estar al día de las cosas importantes. En el trabajo, con la familia o con los amigos. Siempre hay alguna conversación de la que sale un tema de actualidad. Siempre tienes la oportunidad de enterarte de alguna noticia o ampliar la información. En una era tan altamente tecnológica como la que vivimos, es imposible no enterarse por Redes Sociales como twitter o facebook de nada.

A veces, echo la vista atrás y me acuerdo de aquellas personas que me dijeron que no tenían TV en casa y las entiendo. Sí, puedo vivir sin TV sin echar en falta nada de aquello que antes veía y no me aportaba nada.