Uno de los conceptos en los que me han introducido en el Máster en Dirección de Márketing es sobre la RSC y el márketing social. Dos conceptos diferentes pero que, en ciertos aspectos, la línea que los separa es muy fina.
Pero es que estos días, leyendo algunas noticias, me he vuelto a acordar de ellos dándome cuenta que, si una empresa tiene muy poca vista, la línea que separa estos dos conceptos del lado completamente opuesto también es demasiado fina y muy fácil de superar.
El caso más discutible es el de los bancos con las transferencias a Haití. Está claro que, tal y como he leído en algunos sitios, no están obligados a donar el dinero o dejar de cobrar una comisión por un trabajo que siguen haciendo. Pero el cobrar estas comisiones de transferencias controladas, les ha supuesto muchas críticas y ganarse una no buena imagen que ya no tienen.
Pero posiblemente los casos más claros son los de H&M y Mercadona. En el primer caso se ha descubierto que, la tienda H&M de Nueva York se dedicaba a tirar los excedentes a la basura, pero dejándolos inservibles antes de hacerlo. En el segundo caso, me acordé leyendo la noticia de H&M, que en mi casa todavía tengo media bola de queso que me dio un familiar que trabajaba en Mercadona, porque llegaron sin etiquetar y los iban a tirar.
Está claro que, en ambos casos, se tratan, por diversas razones, de productos inservibles para su venta. Pero un hecho tan simple como tirarlos a la basura puede generarles una muy mala imagen de empresas que no miran por la sociedad. En cambio un gesto tan sencillo como donar los alimentos o la ropa a gente necesitada o asociaciones no sólo estás ayudando a la sociedad, sino que repercute en tu imagen de empresa.
Seguro que fueron decisiones de trabajadores y no de la empresa pero, si no hay ciertas políticas de empresa bastante claras, al final, la imagen que da el trabajador es la imagen de la empresa.