martes, 29 de marzo de 2011

Revolución social

Hay una frase que se repite en todas las películas catastrofistas de USA (2010, Deep Impact,...) que dice algo así como: "El mundo tal y como lo conocemos dejará de existir". Pues ciertamente, conscientes o no, el mundo cada día deja de existir tal y como lo conocemos, sólo hay que echar una mirada atrás.

Por defecto de profesión, tengo cierta debilidad por las nuevas tecnologías, por lo que suelo caer con facilidad y, ocasionalmente, intento controlarme, aunque no sea fácil. Hace tres años, finalmente, decidí darme de alta en Facebook, a modo de curiosear qué era esa web de la que tanto se hablaba. Mi intención era sólo observar y ver de qué se trata, cómo funcionaba y qué aportaba. Tres años más tarde, tengo 118 amigos, participo activamente en dos grupos (uno del Espanyol y otro de fútbol) y muchas relaciones de amistad las mantego exclusivamente a través de esta red social.

El 4 de marzo de 2011 escribía mi primer tweet: "Al final piqué y después de gmail, linkedIn y Facebook, ahora es el turno de Twitter.". Me había estado resistiendo durante mucho tiempo, dado que conozco mi debilidad por estas cosas, pero al final caí. Menos de un mes más tarde sigo a 63 personas, tengo 47 followers y he escrito 170 tweets.

A la gente nos gusta hablar, nos gusta relacionarnos y nos gusta saber todo lo que hacen nuestros amigos y gente de nuestro alrededor y esto se puede demostrar con cualquiera de las redes sociales existentes. En twitter la gente está contínuamente explicando cosas, en facebook todo el mundo cuelga fotos, vídeos o comentarios de lo que está haciendo en ese momento.

Antes buscábamos trabajo en La Vanguardia ahora lo hacemos a través de LinkedIn. Si tenía algún vídeo gracioso o algún chiste, lo enviaba por mail a mis amigos, ahora lo cuelgo en Facebook para que lo vea todo el mundo. Si encontraba algún artículo interesante, lo enviaba a la gente que pensaba que le podía interesar, ahora lo publico en twitter para compartirlo con mis followers. Antes me comunicaba por mail con la gente, ahora con muchos lo hago por Facebook o DM de twitter sin nisiquiera saber cuál es su e-mail.

Al igual que en su momento pasó con el teléfono móvil o el correo electrónico, este tipo de herramientas ya están completamente introducidas en nuestro modo de vida y forman parte de nuestra vida cotidiana. No entendemos la sociedad sin muros de facebook o los 140 carácteres de twitter. Ahora es el turno de los smartphones.

viernes, 18 de marzo de 2011

Somos holandeses

Esto es lo que nos dijo una chica holandesa cuando le comentábamos que ya llevábamos un mes viviendo aquí y que estábamos asentados en nuestro piso y nuestro barrio. Que ya éramos holandeses a todos los efectos.

Holandeses a todos los efectos no creo, pero que nos ha sido fácil adaptarnos a la ciudad y el país, si es cierto. La gente se ve muy tranquila y muy amable y con el inglés te puedes mover por donde quieras. A pesar que su idioma sea el holandés, tienen un nivel de inglés bastante alto, lo que hace que sea muy fácil moverte por este país sabiendo un poco de inglés.

Las dos cosas que me han sorprendido mas de este país (hasta el momento) han sido:
  1. Justamente el tema del inglés. Sabía que era un país donde había un nivel bastante alto de inglés y, precisamente, fue una de las razones por las que decidimos venir aquí, pero me ha sorprendido verlo y comprobarlo. Obviamente hay gente que lo habla muy bien y gente que le cuesta más, pero todavía no he visto a nadie que no lo hable, tenga la edad que tenga y tenga el nivel cultural que tenga. Ciertamente siento envidia cuando lo puedo comprobar.
  2. Las bicicletas. Es otra de las cosas que vienes avisado pero no te lo crees hasta que lo ves. La bicicleta es el medio de transporte principal, un porcentaje altísimo de la población se mueve con ella y tiene preferencia por delante de cualquier medio de transporte. Cuando intentas moverte en coche por Haarlem o Amsterdam te das cuenta que las ciudades no están pensadas para el uso principal de los coches.
Pero siempre hay cosas que cuestan y hacen que la adaptación sea difícil:
  1. El idioma. Cierto que con el inglés puedes hablar con todo el mundo, pero fuera del aspecto oral todo está en holandés. Los supermercados, las señales, las páginas webs,... todo está en holandés y es muy difícil encontrarte nada que esté también en inglés. Se complica el ir a comprar, el hacer una transacción bancaria o conducir... El holandés es un idioma que no nos es nada familiar, lo que hace que te muevas por los sitios sin entender absolutamente nada.
  2. El clima. Es bastante duro y aunque hemos llegado en la época en la que se empiezan a suavizar las temperaturas hemos pillado días de mucho frío. Días en los que nos ha sido imposible estar 1 hora en la calle sin que nos doliesen los dedos, los pies o las orejas.
  3. Los horarios. Los horarios son muy diferentes. Si que es cierto que el holandés se levanta a la misma hora que nosotros y comienza a trabajar, más o menos, a la misma hora (8.30 - 9.00) y se va a dormir a la misma hora, pero el resto del día es muy diferente. Comen, por norma general, a las 12.30 - 13.00 y cenan alrededor de las 19.00. Los comercios y cafeterías cierran alrededor de las 17.00 - 18.00. Todo esto hace que a partir de las 18.00 sólo puedas encontrar abiertos restaurantes, cervecerías y supermercados o que si quieres salir a cenar tengar que hacerlo como muy tarde a las 21.00 ya que sobre las 22.00 suelen cerrar las cocinas.
Pero nadie dijo que fuese llegar y besar el santo. A pesar de esto, estamos adaptados y muy contentos con la elección.