jueves, 4 de noviembre de 2010

A las 3 serán las 2

Este fin de semana pasado lo hemos vuelto a repetir y nos lo han vuelto a repetir, como hacemos cada año para estas fechas y seguiremos haciendo de forma indefinida. La frase "el sábado, a las 3 serán las 2", nos indica que ya estamos en el horario de invierno.

Un horario que, aunque es el nuestro, no acaba de gustar. Es un horario con el que llega el frío, el día se acorta y, por la tarde, parece que es más tarde de lo que realmente es. Pero la pregunta es, ¿qué nos aporta realmente este horario? Nos venden que aporta ahorro energético y que se dejan de gastar no-se-cuántos millones de euros, pero ni lo entiendo, ni he encontrado todavía a nadie que me lo sepa explicar.

Igual en las fábricas y en algunas oficinas si que se nota, pero en mi casa... Por la mañana, cuando me levanto, sigue estando oscuro, así que sigo encendiendo la luz como todo el año. En cambio por la tarde, cuando llego a casa, como es oscuro tengo que encender la luz, lo que me provoca más gasto en electricidad. Todo el mundo dice lo mismo y todavía no he encontrado a nadie que lo entienda y me lo sepa explicar, ¿dónde está el ahorro?

Al menos este año alguien me ha sabido dar una explicación, no para entenderlo, sino para no volverme a quejar, cuando mi mujer me dijo: "bueno, teniendo en cuenta que nuestro horario real es el de invierno, al menos gracias a este cambio horario podemos disfrutar de días más largos en verano". Así que como las mujeres siempre tienen razón, le haré caso y no volveré a quejarme más. Eso sí, seguiré esperando que algún día alguien me sepa explicar dónde está el ahorro.

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